Esta figura geométrica con la forma de una estrella de seis puntas está compuesta por dos triángulos equiláteros superpuestos, en opuesta dirección, formando en su intersección un hexágono regular. Si bien se la reconoce por lo general como un símbolo de identidad judaica, la misma es también utilizada en otros contextos históricos, culturales y religiosos: en el Islam, religiones orientales y también en ritos ocultistas.
Sus orígenes pueden remontarse a unas antiguas representaciones gráficas denominadas Mandalas, llamadas satkona yantra, presentes en templos del sur de
Otros investigadores han sostenido la teoría que la figura representa la carta astrológica al momento del nacimiento de David o en su momento de coronación (por eso en algunos círculos astrológicos es llamado “la estrella del Rey”). No obstante, se estima que su uso como signo de identidad del pueblo judío posiblemente haya comenzado entrada
El Cristianismo:
El Cristianismo tomó para la elaboración de su doctrina elementos de diversas culturas entre ellas el judaísmo, el pensamiento del Logos griego, adoptó y transformó muchos rituales del paganismo, también utilizó éste símbolo. En muchas iglesias cristianas se lo puede encontrar como elemento decorativo- especialmente en sus vitrales-. De todos modos, su utilización se aceptó tardíamente, al consolidarse como símbolo antiguo del pueblo judío, ya que la connotación relacionada con el ocultismo no iba en consonancia con el la doctrina oficial de
Árabes y musulmanes:
Los árabes y musulmanes demostraron gran interés por las historias bíblicas. Una leyenda importante en la temprana literatura islámica fue la del Rey Salomón (Siliman o Sulayman en árabe) en la leyenda del “Sello de Salomón” a la cual me referiré más adelante. Tanto David como Salomón, sin perjuicio de su condición judaica son considerados en varios pasajes del Corán como profetas y reyes, y como tales reverenciados por los musulmanes. La influencia de ésta estrella puede verse aún hoy, en mezquitas y otros artefactos árabes e islámicos.
Hinduismo:
En
Budismo:
En algunas versiones antiguas del Libro Tibetano de los Muertos, existe la estrella hexagonal con una svástica en su interior, y representa el origen de los fenómenos.
Teosofía:
Ocultismo:
Al igual que la estrella de cinco puntas, o pentagrama (el cual es mucho más antiguo), la figura del hexagrama fue y es aún utilizada en prácticas de ocultismo, como talismán opara la práctica de magia. Algunos la relacionan como símbolo satánico, por contener tres seis, denunciando su uso en ceremonias de magia negra. Sin embargo, estudiosos de
Masonería:
Alquimia:
En la alquimia los dos triángulos representan la reconciliación de los opuestos de Agua y Fuego. Las fuentes cabalísticas no-judías, lo interpretan como la unión divina de la energía femenina y la energía masculina, donde la masculina se representa con el triangulo cuyo vértice esta hacia arriba refiriéndose a ella como “cuchilla” y la femenina con la que mira hacia abajo, refiriéndose a ella como “cáliz”.
Judaísmo:
De acuerdo con algunas fuentes judaicas la estrella surge de una leyenda que tiene como protagonista al Rey David. Cuenta que el heroico Rey, escapando de los filisteos, se escondió en el interior de una cueva e inmediatamente después de entrar, una araña tejió su tela dando a su hilado la forma de "estrella de David", en la entrada. De tal modo sus perseguidores pasaron de largo, pensando que si la tela de araña estaba intacta nadie habría pasado por allí en mucho tiempo. Después del "milagroso" acontecimiento el rey adoptó ese símbolo como emblema de su escudo y el pueblo judío lo utilizó como protección. También la tradición judaica la relaciona al número siete (las seis puntas, más el centro) siendo el texto judaico mas antiguo en mencionarla el Eshkol Ha- Kofer. Dicho número tiene una gran importancia religiosa en el judaísmo (los seis días de la creación más el día de descanso o Shabbat; los siete espíritus de Dios, como también
Es interesante hacer referencia a la historia del Sello de Salomón. El sello de Salomón o Jatam Shlomó , según las leyendas judías, cristianas e islámicas era un anillo mágico conformado por cuatro joyas que habían sido entregadas al Rey Salomón por cuatro ángeles diferentes, dándole control sobre los cuatro elementos. Al mismo se le atribuía a dicho anillo la potestad de comandar a los demonios o genios, o de hablar con los animales.
Cuenta la historia que Salomón solía sacarse el anillo para asearse, y se lo entregaba a una de sus esposas, Amina. En una ocasión un espíritu rebelde llamado Sakhr se le apareció a Amina en la forma de Salomón y tomó el anillo. Con el mismo, haciéndose pasar por del rey, gobernó por cuarenta días, mientras que el verdadero Rey se encontró vagabundeando solitario y en la pobreza. No obstante, el destinó hizo que el anillo se reencontrara con su original dueño: Sakhr perdió el anillo en el mar siendo tragado por un pez. Dicho pez fue capturado por un pobre pescador quien casualmente se encontraba junto con Salomón y le sirvió el pez para cenar. De tal modo, el Rey recuperó su anillo, recuperando el poder.
Conclusión:
Creo que resulta fascinante destacar el valor de un símbolo cuya historia es compartida por las tradiciones monoteístas religiosas más trascendentes de todos los tiempos
2 comentarios:
pato: muy sincera es acaso la relfexion que hoy nos dejas en este blog, cada dia mas intersante y enriquecedor.....
lo de del anillo... es el lbro de tolkin man.....!!!!!!!!!!!
y siempre me seducen la manera que tienen los hundues de explicar nuestra existencia....
suerte primo...
el manu
muy bueno el post... realmente lleva a la reflexion...
saludos
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