viernes, 27 de febrero de 2009

Barbarie vs. Civilización


Ésta semana fuimos testigos una vez más de la faceta más deplorable del Sr. Alfredo De Angeli: su patoterismo. Ésta vez las víctimas fueron los empleados y clientes del Banco de Entre Ríos S.A. (BERSA) de la localidad entrerriana de Hasenkamp. (ver notas en la prensa: diario perfil.com / diario clarin.com / infobae.com)

Al igual que su contraparte desde la otra vereda(me refiero al Sr. Luis D Elia), el Sr. De Angeli no dudó en llevar su reclamo a las vías de hecho y tomar la sede bancaria para solicitar entre otras cosas, una refinanciación de las deudas. El otrora "héroe" del conflicto de la resolución 125 y vitoreado como "ejemplo" por muchos pseudos intelectuales ha demostrado nuevamente su verdadero espíritu que dista mucho de lo que podríamos calificar como "civilizado", "cívico" o "democrático".

Claro que dentro del esquema típicamente maniqueo de pensamiento de la clase media argentina, dicha actitud no es tan reprochable como la del otro bravucón mediático (Don D Elia) la cual todo el mundo saliera en su momento al unísono a denunciar. Pareciera que el Sr. De Angeli tiene licencia para ser "bárbaro", quizás originada en cierta simpatía que causa, incluso sus reiterados errores en el uso del idioma castellano son vistos con ternura por la incoherencia de algunos.

Tanto De Angeli como De Elia comparten una modalidad que daña seriamente el modo de vida republicano y democrático, el "patoterismo". Ya sea tomando una comisaría o un banco, con doscientos productores rurales asentados bajo la consigna "de acá no nos vamos hasta que nos den una solución" (ver nota en perfil), o liderando a una horda de beneficiarios de planes de asistencia social para causar desmanes en una comisaría, la acción y el fundamento en ambos "lideres(?)" es idéntica.

Quizás lo más triste no sea el hecho en sí de las bravuconadas o patoterías cometidas por éstos conciudadanos, sino que con éstas barbaridades cosechen tantas adhesiones en la población. Quizás sean una señal de alarma de actitudes poco republicanas, poco respetuosas hacia el prójimo que están instaladas en lo más profundo de nuestro ser social. Creo que ésto demuestra también lo mucho que nos cuesta a los argentinos elegir líderes o referentes sensatos, con actitudes y praxis constructivas en lugar de líderes exhibicionistas, mediáticos, violéntos y polemistas.

Y con ésto no quiero justificar ni equiparar a De Angeli con D Elia, pues posiblemente éste último sea mucho más violento y autoritario que el lider de la FAA de Gualeguaychú (especialmente en lo personal repudio fuertemente sus muy lamentables declaraciones sobre el Estado Israel que denotan un terrible grado de antisemitismo) pero generalmente los medios masivos de comunicación y la gente dispensan a éste el trato que se merece, mientras que a De Angeli lo presentan como un "señorito inglés". En rigor de verdad, la actitud del ruralista hacia los conflictos es idéntica a la del piquetero oficialista: violencia, intransigencia, inflexibilidad y tremendismo.

Afortunadamente los otros referentes de la dirigencia rural, en especial el presidente de la Sociedad Rural, han dado una muestra de mesura y sensatez acertada (Biolcatti: "La toma de un banco es un exceso y es condenable" / "Sorpresa en la dirigencia rural por el accionar de De Angeli"). Ésto confirma lo que ya expusiera en la nota "Blancos, Grises y Negros" al reflexionar sobre el fin del conflicto de la 125, cuando sostuve que la dirigencia rural contaba con dirigentes verdaderamente sensatos como por ejemplo Luciano Miguens que fueron opacados por la figura del más combativo y radical De Angeli.

Recordemos además que la toma del BERSA no es un acto aislado dentro del "curriculum" de De Angeli, ya que no necesitamos remitirnos a la crisis agropecuaria para encontrar otros ejemplos de su bravuconería: también es de público y notorio conocimiento su participación en los ilegítimos e inconstitucionales bloqueos a las vías de acceso con la hermana República Oriental del Uruguay: el piquete de Fray Bentos. Evidentemente, para éste señor la violencia, el pisotear derechos ajenos y organizar piquetes es más que una "ultima ratio" sino que constituye un modus operandi al cual comprende como "normal".

Es por ello que escribí esta pequeña reflexión, para que todos, a la hora de elegir nuestros referentes o líderes, tratemos de localizar e individualizar aquellos quienes tengan mayor capacidad de diálogo, de tolerancia y de verdadera virtud republicana. Sólo de ése modo venceremos finalmente a la barbarie que es la causa de nuestro retraso. Siempre parece que los argentinos vemos la barbarie "fuera de sí", o "en el bando de enfrente" y no hacemos nada por tratar de solucionar los desmanes que causan los bárbaros, patoteros y bravucones cuya barbarie, patoterismo o bravuconada nos conviene, nos beneficia o nos genera simpatía.

Patricio E. Gazze


miércoles, 11 de febrero de 2009

Se acomodan las fuerzas políticas en Argentina.


Es loable la actitud constructiva y coherente que han tenido los referentes políticos Mauricio Macri, Felipe Solá y Francisco de Narváez en la reunión mediante la cual formalizaron una alianza de cara a las elecciones legislativas de medio-mandato que tendrán lugar éste mismo año.

Es loable, pues estos líderes han aprendido a dejar de lado sus aspiraciones y ambiciones personales cediendo protagonismo y se han embarcado en un proyecto en común. A la vez, coherente, dado que a grandes rasgos podríamos decir que comparten un mismo ámbito del espectro político. Esto los diferencia del gran fracaso que fue la “Alianza” de De la Rúa, en la cual se habían conglomerado referentes de tanto la derecha y la izquierda sin acordar siquiera una serie de puntos en común dentro de la agenda política. Su único punto de contacto fue la férrea oposición a un proyecto político que estaba cosechando muchas voces en disconformidad. Esto luego afloró cuando el Presidente De la Rúa no tuvo consideración por sus aliados para formar el gabinete, y en la forma que encabezó la Administración General del país.

Nuevamente, y como ya hiciera referencia anteriormente en otras notas ( ver nota del 4 de junio de 2008) ésta alianza es saludable para el sistema político Argentino: es necesario que exista un gobierno fuerte y que sepa hacer valer su autoridad garantizando la gobernabilidad y a su vez, una oposición igualmente fuerte y cohesionada que observe y vigile al gobierno de turno, ya que el poder sin controles derivará necesariamente en corrupción –esté quien esté ejerciéndolo-. Como a los argentinos nos gustan mucho los extremos hemos pecado por falta y por exceso, hemos sido testigos de gobiernos centrales que han gobernado sin oposición (dado que la misma estaba fragmentada hasta casi el infinito) y también hemos tenido un gobierno que había perdido toda autoridad incluso llegando a decretar un estado de sitio que nadie respetó y fue el preludio de su propia caída.

Es por ello que creo que es lógico y coherente que las fuerzas de centro-derecha y de centro se agrupen, y puedan dar una respuesta coherente y concreta al electorado que opte por incrementar el poder de vigilancia de la oposición al gobierno actuante, y esto también ayudará a un equilibrio en el plano ideológico ya que a la Administración actual podríamos ubicarla dentro de lo que sería modernamente una izquierda moderada. (en el mismo espectro estarían el Partido Socialista, el ARI de Macaluse, etc.)

Esto creo que hace más interesante el panorama hacia 2011 ya que con una coalición de centro, centro-derecha, la izquierda deberá ser cautelosa para encolumnarse hacia el sector dentro de su ámbito que mayor cantidad de apoyos coseche, caso contrario caerá en la fragmentación que hará más factible aún su derrota en 2011. El electorado tendrá entonces la posibilidad de elegir entre dos opciones con bases sólidas (izquierda, PS o FPV y PRO, Justicialismo Federal, Recrear). De consolidarse ésta tendencia no sería descabellado pensar que los dos principales candidatos para 2011 sean Macri vs. Binner, o Solá vs. Cristina Fernández o aún De Narvaez vs. Néstor Kirchner.

Pero ello también puede frustrarse ya sea por a) que el Justicialismo vuelva a dar una cabal muestra de su habilidad para adaptarse y presente a un candidato que neutralice la nueva agrupación de las fuerzas de centro-derecha, como podría ser Carlos Alberto Reutemann, o también por b). el crecimiento de la figura de Lilita Carrió quien hábilmente ha sabido transmutar su imagen, oscilando entre la izquierda y la derecha según las apetencias del electorado. Ambas opciones tendrían la desventaja de quebrar la saludable tendencia hacia una conglomeración de izquierda moderada que se alterne con una conglomeración de centro derecha en el gobierno, controlándose mutuamente y que traería aparejada necesariamente la necesidad de una verdadera negociación y puesta en marcha de un proyecto de Estado a largo plazo, dejando sentado una serie de puntos básicos en común sobre los cuales trabajar sin modificarlos cada cuatro años.

Otra desventaja, especialmente en el caso de Lilita, sería la de incurrir en una reedición de lo que fue la Alianza de De la Rúa, y en caso de llegar a ser gobierno, presentar graves defectos en la gobernabilidad.

De todos modos, el gesto de por sí es esperanzador ya que demuestra la posibilidad de diálogo y coordinación de los actores políticos para solucionar los problemas de la Argentina. Espero que ésta alianza fructifique y que ayude a dar mayor estabilidad al sistema político. Tal vez, el triunvirato Macri-De Narvaez-Solá ayuden a coordinar las fuerzas de la oposición para negociar con Cristina un acuerdo del Bicentenario que incluya a todos los sectores de la sociedad y podamos realmente en 2010 celebrar un nuevo punto fundacional para recuperar la grandeza que merece nuestra Patria.

Patricio E. Gazze