domingo, 13 de abril de 2008

“El Hexagrama: Magen David o La Estella de David”

Esta figura geométrica con la forma de una estrella de seis puntas está compuesta por dos triángulos equiláteros superpuestos, en opuesta dirección, formando en su intersección un hexágono regular. Si bien se la reconoce por lo general como un símbolo de identidad judaica, la misma es también utilizada en otros contextos históricos, culturales y religiosos: en el Islam, religiones orientales y también en ritos ocultistas.

Sus orígenes pueden remontarse a unas antiguas representaciones gráficas denominadas Mandalas, llamadas satkona yantra, presentes en templos del sur de la India, que representan el “Nara-Narayan” o perfecto estado meditativo entre el hombre y Dios, el cual de mantenerse resulta en el Nirvana que es el estado de liberación de los límites del mundo terrenal. Otra teoría apunta a que el origen de ésta figura puede encontrarse en dos de las tres letras del nombre David: dado que en Hebreo bíblico la letra “D” (Dalet) se escribía en una forma muy similar a un triangulo, similar a la letra griega Delta, el símbolo pudo haber surgido simplemente de la yuxtaposición e inversión de las dos letras mas prominentes del nombre (D y D).

Otros investigadores han sostenido la teoría que la figura representa la carta astrológica al momento del nacimiento de David o en su momento de coronación (por eso en algunos círculos astrológicos es llamado “la estrella del Rey”). No obstante, se estima que su uso como signo de identidad del pueblo judío posiblemente haya comenzado entrada la Edad media, a pesar que su utilización religiosa haya comenzado mucho antes, existiendo evidencia arqueológica que remonta su uso a los siglos 3 y 4to, en una sinagoga en Galilea. En la antigüedad el símbolo más representativo del pueblo judío era la menorah, o candelabro de siete brazos. De todos modos es interesante ver como el símbolo fue adoptado en distintas etapas y por distintas culturas, cada una dándole un significado particular.

El Cristianismo:

El Cristianismo tomó para la elaboración de su doctrina elementos de diversas culturas entre ellas el judaísmo, el pensamiento del Logos griego, adoptó y transformó muchos rituales del paganismo, también utilizó éste símbolo. En muchas iglesias cristianas se lo puede encontrar como elemento decorativo- especialmente en sus vitrales-. De todos modos, su utilización se aceptó tardíamente, al consolidarse como símbolo antiguo del pueblo judío, ya que la connotación relacionada con el ocultismo no iba en consonancia con el la doctrina oficial de la Iglesia Católica. En algunos pasajes es referida como “Estrella de la Creación”. Una rama más contemporánea del cristianismo protestante, la “Iglesia de Jesucristo de Los Santos de Los Últimos Días” (mayormente conocidos como los Mormones) utiliza también este símbolo en su arquitectura, como representación de las tribus de Israel y como señal de amistad y afinidad hacia el pueblo Judío.

Árabes y musulmanes:

Los árabes y musulmanes demostraron gran interés por las historias bíblicas. Una leyenda importante en la temprana literatura islámica fue la del Rey Salomón (Siliman o Sulayman en árabe) en la leyenda del “Sello de Salomón” a la cual me referiré más adelante. Tanto David como Salomón, sin perjuicio de su condición judaica son considerados en varios pasajes del Corán como profetas y reyes, y como tales reverenciados por los musulmanes. La influencia de ésta estrella puede verse aún hoy, en mezquitas y otros artefactos árabes e islámicos.

Hinduismo:

En la Sabiduría popular india, la forma de los dos triángulos, uno con su punta hacia abajo y la otra hacia arriba, entrelazados armónicamente, llamados “Om” y “Hrim” en sánscrito, representan la posición del hombre entre la tierra y el cielo. El triangulo que apunta hacia abajo simboliza Shakti, la personificación sagrada de la feminidad, y el que mira hacia arriba, a Shiva, representando los aspectos de la masculinidad. La unión mística de ambos, representa la creación, como unión divina de lo masculino o femenino. (la dualidad existente)

Budismo:

En algunas versiones antiguas del Libro Tibetano de los Muertos, existe la estrella hexagonal con una svástica en su interior, y representa el origen de los fenómenos.

Teosofía:

La Sociedad Teosófica, fundada en 1875 adopta a la Estrella de David como símbolo, utilizado también con otros como la Svástica, el Anj, etc.

Ocultismo:

Al igual que la estrella de cinco puntas, o pentagrama (el cual es mucho más antiguo), la figura del hexagrama fue y es aún utilizada en prácticas de ocultismo, como talismán opara la práctica de magia. Algunos la relacionan como símbolo satánico, por contener tres seis, denunciando su uso en ceremonias de magia negra. Sin embargo, estudiosos de la Cábala y de otras artes místicas le atribuyen una función de protección frente a las fuerzas del mal, sobre todo cuando está inscrito en un círculo. En tal sentido se le ha atribuido poderes sobrenaturales desde épocas antiguas, en diversas culturas.

Masonería:

La Enciclopedia de la Masonería señala que los triángulos entrelazados o deltas simbolizan la unión de los dos principios o fuerzas, el activo y el pasivo, masculino y femenino, que rigen el universo. Los dos triángulos, opuestos, tipifican la mezcla de aparentes opuestos en la naturaleza, luz y oscuridad, error y verdad, ignorancia y sabiduría, el mal y el bien.

Alquimia:

En la alquimia los dos triángulos representan la reconciliación de los opuestos de Agua y Fuego. Las fuentes cabalísticas no-judías, lo interpretan como la unión divina de la energía femenina y la energía masculina, donde la masculina se representa con el triangulo cuyo vértice esta hacia arriba refiriéndose a ella como “cuchilla” y la femenina con la que mira hacia abajo, refiriéndose a ella como “cáliz”.

Judaísmo:

De acuerdo con algunas fuentes judaicas la estrella surge de una leyenda que tiene como protagonista al Rey David. Cuenta que el heroico Rey, escapando de los filisteos, se escondió en el interior de una cueva e inmediatamente después de entrar, una araña tejió su tela dando a su hilado la forma de "estrella de David", en la entrada. De tal modo sus perseguidores pasaron de largo, pensando que si la tela de araña estaba intacta nadie habría pasado por allí en mucho tiempo. Después del "milagroso" acontecimiento el rey adoptó ese símbolo como emblema de su escudo y el pueblo judío lo utilizó como protección. También la tradición judaica la relaciona al número siete (las seis puntas, más el centro) siendo el texto judaico mas antiguo en mencionarla el Eshkol Ha- Kofer. Dicho número tiene una gran importancia religiosa en el judaísmo (los seis días de la creación más el día de descanso o Shabbat; los siete espíritus de Dios, como también la Menorah del antiguo templo con sus siete lámparas de aceite, etc) Por lo tanto, se estima que se comenzó a utilizar como símbolo estandarizado ya que su organización de 3+3+1 correspondía con la del Menorah del templo. La Cábala utiliza este símbolo, ordenando los diez Sephiroths en el, y utilizándolo en amuletos. Fue utilizado por los Nazis como emblema para identificar a los ciudadanos de origen judío en su plan de exterminio. Finalmente, con la creación del moderno estado de Israel, se adoptó su utilización en la Bandera de dicho estado.

La Leyenda Salómonica:

Es interesante hacer referencia a la historia del Sello de Salomón. El sello de Salomón o Jatam Shlomó , según las leyendas judías, cristianas e islámicas era un anillo mágico conformado por cuatro joyas que habían sido entregadas al Rey Salomón por cuatro ángeles diferentes, dándole control sobre los cuatro elementos. Al mismo se le atribuía a dicho anillo la potestad de comandar a los demonios o genios, o de hablar con los animales.

Cuenta la historia que Salomón solía sacarse el anillo para asearse, y se lo entregaba a una de sus esposas, Amina. En una ocasión un espíritu rebelde llamado Sakhr se le apareció a Amina en la forma de Salomón y tomó el anillo. Con el mismo, haciéndose pasar por del rey, gobernó por cuarenta días, mientras que el verdadero Rey se encontró vagabundeando solitario y en la pobreza. No obstante, el destinó hizo que el anillo se reencontrara con su original dueño: Sakhr perdió el anillo en el mar siendo tragado por un pez. Dicho pez fue capturado por un pobre pescador quien casualmente se encontraba junto con Salomón y le sirvió el pez para cenar. De tal modo, el Rey recuperó su anillo, recuperando el poder.

Conclusión:

Creo que resulta fascinante destacar el valor de un símbolo cuya historia es compartida por las tradiciones monoteístas religiosas más trascendentes de todos los tiempos. Además nos remonta a la figura del Rey Salomón cuyo nombre significa “PAZ” y ello en conjunción con las distintas teorías e historias que repasamos me lleva a una hermosa y profunda reflexión: así como los opuestos que representan los triángulos que la componen se entrelazan en perfecta armonía, también los pueblos, naciones y distintas religiones, deben entrelazarse en armonía, como en algún momento lo estuvieron conforme lo atestigua la tradición común que comparten para lograr el ideal de PAZ, que todos añoramos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pato: muy sincera es acaso la relfexion que hoy nos dejas en este blog, cada dia mas intersante y enriquecedor.....

lo de del anillo... es el lbro de tolkin man.....!!!!!!!!!!!

y siempre me seducen la manera que tienen los hundues de explicar nuestra existencia....

suerte primo...
el manu

John Galt dijo...

muy bueno el post... realmente lleva a la reflexion...
saludos