martes, 6 de noviembre de 2007

La superación de falsos antagonismos: el gran desafío democrático para la República


"....La nueva presidente tiene una legitimidad segmentada. Tiene el 70% de las clases medias de los centros urbanos en su contra. Y nosotros quedamos con un liderazgo claro en esos sectores y también en el campo. Las clases medias y altas tienen que ser la fuerza de rescate de los sectores más pobres dominados por el clientelismo y la miseria..."

Elisa "Lilita" Carrió. En declaraciones al diario Clarin Martes 30 de Octubre de 2007. Ver nota


En tales declaraciones de quien obtuviera el segundo lugar en las elecciones del pasado pasado 28 de Octubre, subyace y se actualiza nuevamente un nefasto fenómeno de la historia argentina: el llamado "gorilismo".

Y por dicho termino me refiero a la posición política definida por un categórico y emocional rechazo al movimiento peronista. Dicho rechazo podría considerarse entendible o justificable en la época en la cual se engendró: es un hecho histórico que si bien el General Juan Domingo Perón fue democráticamente elegido, muchas de sus medidas de gobierno tuvieron tintes de autoritarismo, tal vez influenciadas por el fascismo italiano. Pero de alguna manera, el anti-peronismo desarrolló e incorporó una ideología de corte racista, de gran difusión, señalando a los peronistas de modo peyorativo como "negros", "cabecitas negras", etc. Dichos cabecitas negras era la designación de aquellas perssonas que migraron en la década del 1930 desde el campo a las grandes ciudades y se incorporaron como obreros industriales.

En gran medida las declaraciones de Carrió, representan ese pensamiento: sólo es válido el voto de las clases medias y altas urbanas, de las metrópolis cultas e instruidas, mientras que el voto de las provincias, de las zonas populares, de quienes no tuvieron igual oportunidad de instruirse o cultivarse, de las clases trabajadoras del conurbano bonaerense no son representativos, ya que por su propia miseria, no saben elegir a sus gobernantes.


Son poco felices de por sí dichas declaraciones, pero mayormente porque es una pena que una excelente abogada, oradora y jurista con tanta trayectoria en defensa de las instituciones (ya sea como Convencional Constituyente en la Reforma del 1994, como informante de la comisión de investigación por el lavado de dinero, etc) pueda llegar a sostener una postura tan cercana a un elitismo antidemocrático. ¿Acaso la Dra. Carrio sugiere una vuelta a los años posteriores al golpe-revolución de 1955 y proscribir nuevamente al Justicialismo/Peronismo/FPV?

Más allá de la mala costumbre que tenemos los Argentinos de nominar a los movimientos políticos en base al nombre de alguna figura prominente, el Peronismo representa al partido de los trabajadores, siendo comparable hoy día con los partidos Laboristas Modernos. De modo, que sostener que su participación no tiene legitimidad o proscribirlo directamente son en esencia soluciones idénticas, e implican desconocer la representatividad de un amplio sector de la población.

De todos modos, creo que desde ese entonces las cosas han mejorado notablemente, especialmente en cuanto al diálogo republicano y mecanismos de corrección del sistema. Ya es de por sí saludable el cambio de discurso efectuado por la Presidenta electa Cristina Kirchner.
También es interesante que las declaraciones de Carrió hayan provocado reacciones en su propio ámbito, en particular es destacable lo señalado por el Diputado del ARI Eduardo Macaluse quien declaró: "Contribuiríamos mejor al debate si revisamos los errores cometidos y evitamos enfrentar a la sociedad en dos bandos irreconciliables", agregando que "Cualquiera de las explicaciones que se dan no explica el resultado... cuando hacemos las cuentas y vemos que Cristina obtuvo el 45 por ciento de los votos y nosotros el 22,9, no alcanza con decir que nos robaron boletas" y aun más interesante: " "discutir con Carrió es difícil porque no le gusta que le digan que no" (ver nota en INFOBAE)

En tal sentido, creo que como referentes de la oposición, han tomado una postura mucho más rica y superadora tanto el Gob. Electo por Santa Fe, Hermes Binner, como así tambien el Jefe de Gobierno de la Ciudad Aútonoma, Ing. Mauricio Macri, quienes en sus discursos han tomado un perfil conciliador, de respeto hacia las instituciones y autoridades constituidas. (recuerdese a Binner haciendo callar a las silbatinas contra el Presidente de la Nación, y a Macri en idéntica actitud.) En resumen, apoyo en su totalidad el pedido de Macaluse de "no enfrentar a la sociedad en dos bandos irreconciliables", y agregaría que esto se trata de una República, no de un Boca-River.

Es una verdad que no puede negarse, que el gobierno presente tiene muchas deudas pendientes con la sociedad, y muchas de sus políticas generan rechazo (Indec, etc), y nunca resulta perjudicial pedir mayor transparencia y denunciar actos de corrupción (sobre cuales hay que procurar todo el apoyo al Poder Judicial para que investigue y dilucide las responsabilidades), pero de ningún modo podemos negar la representatividad de los sectores más bajos, con menos recursos o instruccion de la sociedad. Solo a través de más democracia es como superaremos todos los errores más arriba señalados. De otro modo, si promovemos un sistema antidemocrático, nada nos garantiza que las mismas políticas, los mismos actos que se le reprochan al peronismo sean ejercidos por quienes se oponen visceralmente a él.

También tenemos que trabajar para que los sectores bajos rompan todos los prejuicios contra las clases más pudientes y culturamente más preparadas. Debemos superar los dilemas falsos de luchas de clases, y encaminarnos en una visión más amplia, comprensiva, entendiendo que sólo mediante la cooperación entre asalariados y comerciantes, entre sindicatos y empresarios, entre las clases medias, altas y bajas, entre gobierno y sector privado, entre policía y vecino, es la única manera que la sociedad en su conjunto logrará superar y desprenderse definitivamente de la violencia. En ésto creo que es importante desmitificar las falsas premisas del marxismo, especialmente la muy dañina idea de lucha de clases. Es por ello, que tengo fe tanto en Cristina F. de Kirchner y Hermes Binner, desde la centro-izquierda, como también en Mauricio Macri, desde la centro-derecha, que la totalidad de la institucionalidad Repúblicana será definitivamente recuperada. Esperemos que el Bicentenario nos encuentre del mismo modo que proclama el lema de nuestra República: En Unión y Libertad

Binner se diferencia de Carrió (Infobae 08/11/2007)


1 comentario:

Anónimo dijo...

Las diferencias en el ambito ideologico politico son inevitables y sumamente necesarias, porque son estas las que nos dan la libertad de elegir.Pero no debemos olvidar que estas diferencias deben tener como fin, el bien comun y la superacion.
Enquistar en la gente, una ideologia de bandos, es sumamente destructivo para el pueblo, mas aun cuando se esta hablando y/o opinando de quien nos dirige.
Quien puede querer que a la nueva presidenta le vaya mal?... si a ella le va mal en su gestion a nosotros, (el pueblo) nos ira peor.
En mi caso, no me encuentro totalmente de acuerdo con la politica que pretende llevar nuestro gobierno, pero no puedo olvidar que es un gobierno electo, y que en esta instancia, no queda mas que aceptar las normas y tratar de trabajar, en conjunto para que desde las diferencias se pueda construir.